Si hay algo que he aprendido en mi vida es a ser tolerante y respetuoso con los todas las religiones y distintos credos que hay alrededor del mundo, excepto por la sientología, pero eso es otro tema que será tratado en algún día de estos (entre paréntesis, hay una Iglesia Sientóloga a tres cuadras de mi edificio acá en Austin).
En fin, el asunto es el siguiente: estaba en un semáforo esperando que dieran la verde para cruzar la calle junto a Lone, una amiga de Dinamarca. Eran como las 7 y media o algo así. La luz se demoraba bastante en cambiar. Repentinamente, aparecieron tres figuras desde la sombra, de las cuales pude distinguir unos abrigos y faldas claramente identificables: estas tres personas son de Utah, misioneras mormonas en otras palabras.
- Hola, como están chicos -. Nos saluda misionera n 1, una niña de unos veintitantos años, rubia, estatura media alta, gringa promedio.
- Hola, muy bien y uds? -. Respondo.
- Tienen acentos... ¿De donde son?
- ¿Yo? de Chile -. Respondo, mientras Lone respondía nerviosamente que era de Dinamarca.
- Wow, de Chile. Son muy religiosos allá.
- De hecho sí, soy católico -. ¿Han notado alguna vez el sonido que hacía Optimus Prime cuando comenzaba a mutar desde un robot a una camión? Bueno, ese sonido comenzaba a aparecer de a poco al notar el cambio de rostro de la misionera n 1.
Misionera n 2 y n 3 hacían preguntas a Lone, mientras ella trataba de convencerlas de que era protestante.
- ¿Y eres muy creyente? – Algo de esperanza se vislumbra en ella. Bueno, este es el punto donde el personaje tiene que tomar la decisión de si retira como si nada hubiese ocurrido y que tiene cosas que hacer o si insiste maliciosamente en llegar al fondo del asunto. Algo de diversión negra no es malo de vez en cuando.
- Siiii. Muy creyente -. Respondo.
- ¿Y lees la Biblia?
- Muuucho.
- ¿Y que sientes que has aprendido de la Biblia? -. Insiste.
Comienzo a hacer un discurso de que la Biblia es una guía valórica para el diario vivir, en donde uno aprende a tener un estilo de vida basado en la compasión y en el respeto al prójimo. No me mal interpreten, en realidad no estaba mintiendo… tanto. Es decir, soy católico y creo que llevo una buena vida como cristiano, pero algo de exageración no le hace mal a nadie. Cuando terminé de dar el discurso, Optimus Prime era mitad robot, mitad camión.
- ¿Has escuchado alguna vez hablar del “Libro del Mormón”? -. Me pregunta misionera n 1 con una leve cara de frustración, pero al mismo tiempo tratando de mantener la ternura en su rostro.
- Sí, harto -. Le respondo.
Entonces comienza a hablar, o tratar de recordarme de que el “Libro del Mormón” es un complemento esencial para interpretar la Biblia. Qué es gratis. Seguido de esto, comienza a hablarme de que hay un profeta, que estuvo acá en EEUU, y que vio Jesús y que sólo los que se unan a él, son los que van a salvar. Me pregunta si yo estaba conciente de que él era EL profeta, obviamente con su cara entre ternura-frustración.
- Bueno, puede ser. El problema es que yo creo ciegamente en el Santo Padre -. Le digo.
- ¿Quién es él?
- El Papa.
Optimus Prime se transforma totalmente en el camión y ya no hay vuelta atrás. En un intento desesperado me pregunta si tengo un teléfono acá para contactarme si sigo interesado en el “Libro del Mormón”, cosa que nunca le dije que estubiera interesado. Le respondo que recién me estoy adaptando acá y que no tengo nada hasta el momento (mullo).
Lone, totalmente agotada por misionera n 2 y n 3 me dice que estamos atrasados y que nos tenemos que ir. Le pido disculpas a n 1 por nuestra partida y ella me entrega un papelito, con su número, por si seguía interesado en la salvación.
Ahora que lo pienso algo con más calma… ¿Qué tal si ellos tienen la razón y son los únicos que se van a salvar?
Filo, a quién le importa.
Acá va una foto del papelito ese.
Saludos desde Austin