Cómo avión...

Es heavy cómo la mente usa los espacios que van quedando vacíos. Es como una formateada/desfragmentación de disco duro, con reinstalación de un sistema operativo nuevo (que ojalá no sea como el cambio de XP a Vista)... inducidos obviamente por cosas, digamos. Se termina un proyecto y aparecen nuevas ideas. Se solucionan problemas, aparecen nuevas preocupaciones, pero al parecer menores. La creatividad fluye y la calma vuelve al espíritu.

La cosa es dejar ciertas variables fuera de la ecuación y listo, dependiendo claramente que problema se quiere solucionar; sin embargo, siempre todo vuelve a cuadrar. La idea es como lograr mantener esta energía para hacer y desarrollar cosas (aprovechando estos espacios libres) y no permitir que se pierda por el espacio.

La cosa, es hacer cosas... valga la redundancia. El mundo está separado entre los que se duermen en los laureles y sus grandes ideas nunca llegan a puerto; y los que se involucran en proyectos y salen a jugar a la calle.

Creo que optaré por la segunda opción.